
Comer legumbres es apostar por el futuro
En un momento donde el impacto medioambiental de la alimentación es clave, las legumbres se alzan como un alimento ejemplar: nutritivo, económico y sostenible.
Cultivo con bajo impacto ecológico
El cultivo de legumbres necesita menos agua, menos fertilizantes y además mejora la fertilidad del suelo gracias a su capacidad de fijar nitrógeno de forma natural.
Un ahorro de carbono real
Estudios de la Fundación CONAMA indican que una dieta rica en legumbres puede ahorrar más de 1.000 kg de CO₂ por persona al año. Una cifra sorprendente si se piensa en escala global.
En LA FLOR PARAMESA apostamos por la producción responsable y la distribución cercana. Creemos que comer sano y cuidar del planeta pueden ir de la mano.